Los transportistas comunes, como las empresas de oleoductos que transportan petróleo crudo, carbón y dióxido de carbono o hidrógeno, tienen privilegios de dominio eminente, junto con los oleoductos de gas natural. Las autoridades condenatorias como estas están obligadas a proporcionar una compensación pero, en la mayoría de los casos, el pago no es justo. La compensación es subjetiva y la determina un equipo de tasadores, ingenieros y abogados que han planeado la expropiación durante años. Por eso, se alienta a los afectados a buscar asesoría legal.
Los propietarios de tierras suelen verse sorprendidos por los impactos del dominio eminente y, a menudo, se ven obligados a desarraigar sus vidas o ceder partes de sus tierras. Se recomienda encarecidamente a cualquier persona que se enfrente a la posibilidad de una expropiación que consulte con un abogado. Los abogados de dominio eminente de Son Chingones están bien informados y pueden defender sus derechos en estos asuntos.
